23 de mayo de 2008

Manuel Avila Camacho

 Buenos días compañeros alumnos, mi nombre es Febe Avalos Cazares, pertenezco al grupo de 5 semestre. Y yo como muchos de ustedes siento que .. La paranoia me esta comiendo los dedos, los huesos y la grasa.
Me gustaría escuchar la libertad de un loco para ver que tan verdadera es.
Me siento seca de cultura, destronada de pasión y mis personalidades se perdieron.
Todos los días despierto en silencio, me pongo el uniforme, ese que carcome mi autoestima, me calzo estos zapatos viejos, calzado escolar que saca ampollas, pero sin el no me dejan entrar. Cruzo las puertas en silencio y entro a la institución en donde la autoridad se ha deformado. Nuestra verdadera figura era devota a escuchar, nos alentaba a hablar y no le podía importar menos si usábamos tenis o zapatos viejos.
Todos los días observo como miden con regla el cabello, un cm mas o menos hacen la diferencia de toda la decencia y no lo soportamos.
De cada 10 alumnos, 7 sentimos una marcada represión por las amenazas contra nuestra imagen: cabello, zapatos, pantalón.
En palabras de un alumno de esta institución: "Aquí falta tolerancia en cuanto a la personalidad".
En palabras tomadas de la autora Helena Poniatowska, de su libro " la noche de Tlatelolco" cita a Gustavo Gordillo.
quien dice: "los adultos ven cualquier cosa de la juventud como una agresión a sus principios y a sus bases morales. Así se explica ese ilógico ataque a las melenas. ¿Que tienen que ver las melenas con la decencia o que tienen que ver con que uno sea malo o bueno? (...) Los adultos quieren centrar en la longitud del pelo, con el sexo o la decencia".
Escucho la voz de cada uno de los entrevistados y me doy cuenta que no soy la única a la que le robaron su personalidad, le asfixiaron su libertad y le estimulan los sueños vanos, a ser empleada toda su vida, trabajar de sol a sol con el salario mínimo. No podemos opinar por que nos reprueban los lagrimales, nos inculcan el llegar a viejos sentados frente al televisor absorbiendonos el alma
¿Cuánto tiempo seremos capaces de aguantar?
Sus explicaciones son: "el pelo corto por que le da buena imagen a la escuela".
Les importa mas vernos bonitas que enseñarnos a tener una voz, una opinión y neuronas sin labial.
Nosotras las señoritas MAC ahogamos nuestros gritos para no vernos feas, ahuyentamos las lágrimas para que no se nos corra el rímel, usamos tacones para espinarnos los pies y parecer mandriles en celo.
Nosotras somos capaces de mentirnos con tal de mantener la paz en nuestro mundo,
nosotras las señoritas MAC no tenemos placeres por que engordamos, ni siquiera besos endulzados.

A nuestras nuevas figuras les encanta hablar, pero en la cara de los alumnos veo que nadie dice nada en verdad.
Pero ¿Cómo hablar de autoridad escolar sin antes hablar de lo que pasa fuera de nuestro mundo escolar? ¿Alguien sabe quien es nuestra verdadera autoridad? ¿Quién nos controla y no nos deja hablar?
En la antigua Roma -al pueblo pan y circo- en México actual -futbol y televisión-
¿Cómo querer gritar de injusticias o dramas reales si las novelas hechas con el presupuesto nacional es un drama mas real? ¿Cómo saber que pasa en verdad si los ladridos de los perros cubren el hecho de que nuestro gobernador vende nuestras almas al clero?
México a olvidado como usar su voz, las caras que veo a mi alrededor son la juventud, somos la juventud que en otras eras convoco mítines, hizo huelgas, murió por sus ideales... Ahora el futuro adolescente esta domado por cada estereotipo que nos obligan a cumplir en esta escuela, plastificando nuestro drama, nuestro arte o libertad, y salimos sonrientes vaciamente sonrientes.
Esta institución nos enseña a ser buenos Mexicanos, flojos, con la basura visual en la cabeza y el vomito en la sangre. Esta represión de colores, personalidades, alegrías y depresiones, nos ha hecho olvidar que todos aquí sabemos gritar ¿Y que necesitamos? ¿Cómo se combate esta represión si somos señoritas y señoritos MAC y no sabemos quien realmente nos reprime? Lo único que esta en nuestras manos es no callarnos, ejercer nuestra voz, gritar de inconformidad, no creer que todo lo que nos dicen es nuestra única verdad. Merecemos mas que este conformismo, exploremos, investiguemos, eso nadie no lo puede quitar. Se necesita cultura entre nosotros, se necesita dejar de ver solo lo material, y apasionarnos por algo real. Hay que aprender a gritar de inconformidad.
Aquí en el ambiente escolar, necesitamos mayor libertad de expresión, necesitamos de ustedes sentir que podemos respirar y que recuerden que la vida es nuestra aunque paguemos o no una mensualidad.

ATTE.... CaRrOt & FeVeR.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que bonito reclamo a la vida, les salio padre... cómo que señales de vida, te referiras a que sino volviera escribir en mi vida, habra sido terminado? jejeje, gracias por meterse a mi blog para ver que pedo, saludos Tangarine, cuidaze bien, nada de hormonas ni sustancias peligrosas ehh! jejej, bye bye besos